Hoy en día disponemos de una amplia gama de fármacos con actividad antineoplásica, es decir, son quimioterápicos que ejercen su acción sobre las células cancerígenas. Éstas, provienen de la mutación de células sanas y, por tanto, comparten con ellas distintos procesos metabólicos y funcionales, lo que provoca que estos fármacos actúan sobre ellas también, dando lugar a una serie de efectos tóxicos sobre el resto del organismo pero, particularmente, sobre aquellas células que comparten características iguales con las células tumorales.
En los últimos años se han incorporado a los tratamientos, medicamentos con acción más específica y dirigida, siendo capaces de reconocer las características diferenciales de las células tumorales y actuar directamente sobre los responsables de la proliferación y crecimiento de estas. Esto ha permitido que se generen menos efectos secundarios asociados a la quimioterapia, pero aún así pueden aparecer según la toxicidad asociada, el tiempo de exposición y el grado de gravedad de la enfermedad.
La mayoría de los pacientes presentan problemas en la piel (dermatitis, acné, xerosis…), el cabello (alopecia), las uñas (paroniquia, amarilleo…) o los ojos (xeroftalmia) provocando en ellos un deterioro de su calidad de vida. Normalmente, los efectos secundarios desaparecen gradualmente al finalizar el tratamiento, aunque en ocasiones pueden producir daños permanentes que no amenazan la vida de los pacientes pero tienen un gran impacto al alterar su imagen corporal.
Entre estos efectos cutáneos encontramos las erupciones acneiformes, dermatitis acneiforme o rash acneiforme, provocadas especialmente por fármacos inhibidores del receptor del factor de crecimiento epidérmico (IEGFR), como los anticuerpos monoclonales (Cetuximab y Panitumumab) e inhibidores de la tirosin-kinasa (Afatinib, Erlotinib, Gefitinib y Osimertinib).
Son erupciones cutáneas caracterizadas por la aparición de costras, pápulas eritematosas y lesiones pustulosas localizadas fundamentalmente en las zonas de la piel donde hay abundantes glándulas sebáceas como la cara, el cuello, la zona retroauricular, la espalda, el tórax y el cuero cabelludo.
Signos y síntomas
Las erupciones acneiformes no están relacionadas con las lesiones de acné,es decir, no son ni comedones ni microquistes pero su aspecto y localización son similares al del acné porque comienzan siendo manchas rojas con pápulas de pus y ,a veces, se cubren con costras, que aparecen en las zonas de la piel con más glándulas sebáceas.
Aunque clínicamente presentan manifestaciones clínicas semejantes al acné, sus mecanismos etiopatogénicos y fisiopatológicos son diferentes. La distinción es también de tipo terapéutico, pues la erupción pápulo-pustular inducida por los quimioterapéuticos no responde al tratamiento habitual del acné.
El estudio histológico del rash acneiforme muestra la presencia de alteraciones de la queratinización, infiltrados de neutrófilos, eosinófilos y monocitos, alteraciones en las glándulas sebáceas y folículos pilosos. Demostrando claramente la diferencia de la que aparece en el acné típico.
Su incidencia ha aumentado desde la introducción de nuevos tratamientos, principalmente los anticuerpos monoclonales y los inhibidores de la tirosin kinasa. Siendo lesiones más severas en los tratamientos con anticuerpos monoclonales debido a que estos provocan oclusión y ruptura folicular, facilitando la sobreinfección bacteriana y el desarrollo de la erupción pápulo-pustular característica.
Comienza con alteraciones de la sensibilidad, irritación, prurito, escozor y, a veces, dolor, acompañados de eritema y edema seguida de erupción de lesiones pápulo-pustulosas que pueden cubrirse de costras. Posteriormente, evoluciona a eritema, xerosis y telangiectasias en las áreas previamente afectadas por la erupción.
Estas lesiones pueden ser leves, moderadas o graves, siendo clasificadas en varias fases características:
- Fase 1º: Aparición de alteración sensitiva con eritema y edema en las zonas afectadas. (Semanas 0-1 de tratamiento)
- Fase 2º: Aparición de erupción papulopustular (Semanas 1-3 de tratamiento)
- Fase 3º: Comienzo de la formación de costra (Semanas 3-5 de tratamiento)
- Fase 4º: Formación de rosácea eritematosa. (A partir de la semana 6 de tratamiento)
Las erupciones acneiformes aparecen al principio del tratamiento y remiten con la medicación recetada o por sí solas cuando termina la terapia dirigida. Sin embargo, puede producirse una hiperpigmentación, especialmente en las zonas en las que la piel se ha irritado. Por lo tanto, es muy importante cuidar la piel durante este periodo.
Normalmente el rash desaparece en unas 4-6 semanas desde la aparición, quedando en la zona afectada la piel con sequedad severa.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico en esta afección puede variar en función de la fase en la que se encuentre la alteración cutánea. Por tanto, si:
- La reacción acneiforme se encuentra en la fase 1 con lesiones locales, sin asociación con otros síntomas se recomiendan lavados de la zona afectada con jabón antiséptico, la aplicación de un corticoide tópico por la mañana y un antibiótico tópico por la noche.
- La reacción acneiforme está en la fase 2 se puede aplicar el tratamiento anterior pero añadiendo a este un antihistamínico oral si aparece picor e incluso un antibiótico vía oral.
- La reacción acneiforme se desarrolla hasta la fase 3 llegando a ser generalizada y afectando a la vida diaria del paciente, en estos casos el médico deberá considerar el uso de corticoides y antibióticos sistémicos.
Además, debe considerar el uso de Isotretinoína a dosis bajas, en aquellos pacientes que no responden a los tratamientos anteriores, teniendo en cuenta que podría exacerbar la xerosis y paroniquia. - La reacción acneiforme se encuentra en la fase 4 el médico podría suspender el tratamiento quimioterapéutico.
La calidad de vida de los pacientes con erupciones acneiformes se ven muy afectadas por síntomas como irritación, dolor, escozor y prurito, sin embargo los profesionales sanitarios consideran que el efecto más impactante para la calidad de vida del paciente es el estético.
Recomendaciones higiénico sanitarias para pacientes
- Utilización de fotoprotectores minerales de alto índice de protección para evitar el daño provocado por la radiación UV, puede agravar la sintomatología.
- El uso de maquillaje corrector hipoalergénico y fluido para pieles sensibles, favorecerá su autoestima a la hora de desarrollar su vida cotidiana.
Además, si aplica con un stick corrector de color verde en las manchas y/o cicatrices rojas las neutralizarás, si la mancha es violácea mejor un stick corrector de color amarillo y si la cicatriz es marrón un stick corrector de color coral. - Para desmaquillarse, utilizar una loción limpiadora suave y una vez retirada pulverizar con agua termal para calmar la piel.
- Utilizar cremas emolientes o relipidizantes corporales para contrarrestar la xerosis asociada a este tipo de tratamientos.
- Deben evitarse las exfoliaciones y peelings en cara y cuerpo porque dañarían la piel ya sensibilizada por el tratamiento.
- En caso de necesidad de afeitar una zona afectada, se recomienda ablandar previamente el pelo
- Usar geles de ducha con avena, aceites lavantes o barras dermatológicas sin jabón (Syndet) porque respetan el pH de la piel y sus propiedades supergrasas limitarán la sequedad cutánea.
- El agua demasiado caliente aumenta la sequedad de la piel y reactiva la inflamación de la misma.
- Secar la piel con suavidad y a toques en las zonas ya irritadas.
- En cuanto aparezcan los primeros signos de enrojecimiento, hay que limitar el riesgo de proliferación bacteriana utilizando una crema reparadora o protectora a base de cobre y zinc.
- Está totalmente desaconsejado tocar cualquier lesión porque aumenta el riesgo de dejar cicatrices que serán difíciles de eliminar.
- Evitar los tejidos sintéticos porque son menos suaves con la piel y tienden a hacer sudar. Por tanto, es mejor utilizar ropa holgada de fibras naturales como el algodón o el lino.
- La elección del detergente para lavar la ropa es importante porque estas prendas van a estar en contacto directo con la piel irritada, así que es mejor optar por los jabones sin conservantes y sin fragancias que son potencialmente irritantes.
Activos cosméticos recomendados para la dermatitis acneiforme
- Ingredientes humectantes capaces de captar y retener el agua en la piel
– Urea a bajas concentraciones
– Glicerina
– Pantenol
– Proteoglicanos
– Ácido hialurónico
– Colágeno
– Alantoína
– Aminoácidos
– Propilenglicol - Ingredientes emolientes capaces de simular una película protectora que evita la evaporación de agua de la piel restableciendo la barrera cutánea alterada por el tratamiento.
– Triglicéridos
– Ceramidas
– Aceites y mantecas vegetales
– Escualeno
– Colesterol
– Vaselina
– Lanolina - Ingredientes calmantes necesarios para calmar la irritación e inflamación de la piel
– Manzanilla
– Caléndula
– Bisabolol
– Avena - Ingredientes vasoprotectores utilizados para descongestionar y disminuir los edemas cutáneas provocados por los quimioterapéuticos
– Centella asiática
– Hammamelis
– Ruscus
– Castaño de indias - Fotoprotectores minerales de amplio espectro y alta protección
– Óxido de zinc
– Dióxido de titanio