El acné: una afección común y compleja.

El acné es una enfermedad de la piel causada por la inflamación de las glándulas sebáceas, en ellas puede tener lugar la alteración de la microflora bacteriana de la piel, provocando una infección que da lugar a la aparición de comedones, pápulas, pústulas, nódulos y cicatrices. Siendo, la responsable, principalmente, de esta infección la bacteria Propionibacterium acnes.

Las glándulas sebáceas secretan sebo, se localizan en la dermis y se encuentran unidas a los folículos pilosos. El sebo, junto con las células muertas cutáneas, pasa por las glándulas sebáceas y los folículos pilosos para salir a la superficie de la piel por los poros.
El acné se produce cuando una acumulación de sebo oxidado, células muertas y bacterias P. acnes obstruye los folículos pilosos, bloqueando el sebo que sale por los poros que provoca el sobrecrecimiento bacteriano que descompone la grasa en sustancias irritantes para la piel causando la inflamación que produce las protuberancias cutáneas que se conocen comúnmente como “granos de acné”, llegando a ser profundas y causar quistes o abscesos.


Es el trastorno de la piel más frecuente en los adolescentes y jóvenes, pudiendo tener efectos negativos sobre su imagen corporal y su autoestima. Aunque muchas personas con acné pueden seguir teniendo lesiones cutáneas en la edad adulta o desarrollarlas en esta etapa. En ocasiones, puede aparecer acné en el bebé por impregnación hormonal de la madre en él haciendo que este produzca demasiado sebo, produciéndose de forma natural durante los primeros meses de vida.
La mayor parte del acné aparece en la cara, pero también es frecuente en el cuello, los hombros, la espalda y la parte superior del tórax.

Es una alteración multifactorial siendo la pubertad la principal causa desencadenante por los cambios hormonales que pueden desencadenar brotes aunque existen muchos otros como por la toma de algunos medicamentos (anticonceptivos orales, antineoplásicos, esteroides anabolizantes, fenitoína…), la aparición de trastornos médicos que pueden aumentar el riesgo de acné (Síndrome de Ovario Poliquístico, estrés…), embarazo, menopausia, menstruación, ciertos productos de uso cutáneo, etc…

Pero, además, encontramos una producción excesiva de grasa que puede obstruir los folículos pilosos, favoreciendo la aparición de acné; la acumulación de células muertas en la superficie de la piel que pueden obstruir los folículos pilosos e inflamación como respuesta natural del cuerpo a la infección.

Es importante valorar el tipo y grado de acné para evitar las consecuencias estéticas. Hay cuatro niveles de gravedad:

  • Acné leve: Se manifiesta con lesiones que varían en función de la gravedad de la enfermedad, pudiendo aparecer los primeros signos de la patología en forma de comedones, que son pequeñas protuberancias no inflamatorias en la piel que pueden estar abiertas (puntos negros) o cerradas (puntos blancos).
    No suele dejar cicatrices, sin embargo, manipular o intentar abrir las lesiones aumenta la inflamación y la profundidad de la infección, favoreciendo la formación de cicatrices.
  • Acné moderado: A medida que se avanza en el desarrollo del acné comienzan a aparecer lesiones inflamatorias como las pápulas, son pequeñas abultamientos rojizos dolorosos.
  • Acné severo: Aparecen las pústulas, que se caracterizan por ser abultamientos dolorosos y de color rosado que contienen pus. Estas pueden fusionarse bajo la piel y formar abscesos de mayor tamaño y supurantes.
  • Acné muy severo: Hay formación de nódulos, que son protuberancias grandes inflamadas de color rojo y dolorosas, y quistes que requieren especial atención pues en su evolución pueden generar abscesos y dejar cicatrices profundas residuales, que pueden permanecer definitivamente, siendo la secuela más importante del acné.

Tipos de tratamientos del acné

  • Acné leve

Se realiza tratamiento tópico con agentes exfoliantes químicos como los hidroxiácidos (ácido salicílico, ácido azelaico, ácido glicólico…), peróxido de benzoilo y retinoides (tretinoina, isotretinoina y adapaleno).

  • Acné moderado

Se realiza tratamiento tópico con peróxido de benzoilo, retinoides y antibióticos por vía oral como la clindamicina, tetraciclina y eritromicina.

  • Acné severo

En este es necesario realizar un tratamiento sistémico con antibióticos durante 3 a 6 meses, como las tetraciclinas; con retinoides sistémicos como la isotretinoína durante 5 meses permiten una curación completa y en algunos pacientes es necesario administrar más de un ciclo de tratamiento.

  • Acné muy severo

Se realiza un tratamiento sistémico con retinoides como la isotretinoína asociada a corticoides o administrado directamente en las lesiones.

Este tratamiento se podría complementar con drenaje de los quistes o eliminación mecánica de los comedones.


El tratamiento de las cicatrices del acné depende de su forma, profundidad y localización.

En las cicatrices superficiales múltiples de pequeño tamaño el tratamiento se realiza mediante peeling químico, láser, dermoabrasión y/o tratamiento con microagujas.
Hay procedimientos donde se inyectan sustancias como colágeno, ácido hialurónico, grasa o polimetilmetacrilato para levantar el área cicatrizada y dejarla al nivel del resto de la piel, pero son de efecto temporal y deben repetirse las infiltraciones periódicamente. 

Cualquier tratamiento del acné, sea farmacológico o cosmético, necesita tiempo para surtir efecto, puede necesitar un tiempo prolongado porque los síntomas pueden empeorar antes de mejorar. Los pacientes pueden desesperanzarse y abandonar, pero es importante perseverar y mantener las pautas, incluso si no se produce un cambio inmediato a mejor.

Aunque el acné moderado a grave necesita intervención médica, el acné leve puede tratarse a menudo sin medicación y para ello los farmacéuticos pueden ofrecer consejo y asesoramiento con una amplia gama de productos para el cuidado dermocosmético del acné con productos tópicos con acción antibacteriana, antiinflamatoria, reductora de la secreción de sebo y queratolítica. Pudiendo utilizarse en cualquier zona afectada, bien sea la cara, los hombros, el pecho o la espalda. Además, se dispone de cosméticos que ayudan a enmascarar las lesiones y cicatrices como los maquillaje no comedogénico o los sticks correctores para pequeñas zonas.

La medicación puede producir algunos efectos secundarios, como piel seca o sensibilidad a la luz, pero pueden ser contrarrestados con el uso de cosméticos hidratantes coadyuvantes para la piel acnéica, que puede utilizarse junto al tratamiento médico para hidratar intensivamente y calmar la piel reseca; o la aplicación de fotoprotección solar diaria adaptada a las necesidades de este tipo de piel.

La alimentación y el acné

Pero no sólo se puede ayudar a la piel con acné mediante tratamientos farmacológicos o dermocosméticos, la dieta tiene un impacto directo en nuestro organismo porque influye en los residuos que se eliminan, es decir, cuando todo va bien, el hígado, los riñones y los intestinos cumplen perfectamente su función de eliminación de residuos y toxinas, pero cuando no funcionan correctamente por nuestro estilo de vida, la contaminación, el estrés, la falta de sueño, el tabaco, la comida rica en grasas saturadas, alimentos procesados, azúcares refinados, etc…, se producen desequilibrios, sobre todo, hormonales y la piel puede sufrirlo dando lugar a la aparición del acné.

Lo importante es la ingesta de alimentos variados y diversos, sobre todo, aquellos ricos en vitaminas, nutrientes, fibra y antioxidantes como las verduras y las frutas esencial para combatir la inflamación.
Pero deben incluirse también, los ácidos grasos como el omega-3 con acción antiinflamatoria ideales para pieles con acné porque ayudan a proteger la piel y a su buena cicatrización; y el zinc que ayuda a regular la producción de sebo perreo que no somos capaces de producirlo en nuestro organismo y debemos ingerirlo a través de alimentos como los marisco, la carne (ternera, hígado, muslo de pollo), las yemas de huevo o las legumbres.

Prevención

El acné puede reducirse si se cumplen los siguientes consejos:

  • No tocar y rascar las lesiones que produce el acné porque puede empeorar el problema y dejar cicatrices o manchas oscuras en la piel,ya que las manos pueden ser portadoras de bacterias, lo que aumenta el riesgo de infecciones.
  • Evitar los cosméticos a base de aceites, porque aumentan la grasa de la piel y empeoran el acné.
  • Limpiar el rostro dos veces al día con productos específicos para pieles acnéicas o grasas, secando a toques la piel. De este modo se evita que las toxinas del sudor se mantengan y cierren los poros.
    Si se utiliza maquillaje o protector solar, hay que aplicar productos catalogados como “no grasos” o “no comedogénicos”. 
  • Existen cosméticos queratolíticos que ayudan a eliminar la obstrucción de los poros y que están elaborados para su uso en acné.
  • Utilizar una crema hidratante especiales para este tipo de pieles y que sean “no comedogénicas” o “no grasas”.
  • El afeitado debe hacerse con cuidado y solo cuando sea necesario. Antes es recomendable lavar la cara con agua tibia y jabón para ablandar la barba.
  • Mantener el pelo limpio, sobre todo si el pelo es muy graso, y retirado de la cara. No se deben utilizar aceites para el pelo.
  • Hidratar la piel con cremas o geles adecuados para pieles acnéicas o grasas.
  • Si la piel entra en contacto con el cabello hay que asegurar que el pelo esté limpio, especialmente si es graso, mantenerlo peinado o sujeto hacia atrás para evitar que la grasa natural del cabello afecte la piel.
  • Aunque el sol puede mejorar el acné, este efecto es pasajero, pudiendo provocar un efecto rebote y empeorar las lesiones. Los rayos ultravioleta (UV) y la radiación infrarroja A (IR-A) pueden provocar graves daños en nuestra piel y es imprescindible protegerse adecuadamente con fotoprotectores de amplio espectro específicos para pieles acnéicas o grasas.
  • Es conveniente comer sano, evitar lugares en los que la piel esté expuesta al humo o la suciedad e implementar medidas que ayuden a mejorar la autoestima y la autoconfianza.

Filtros
Reiniciar
Filtros

Suscríbete a mi newsletter

Suscríbete a mi newsletter y recibe periódicamente actualizaciones sobre mis publicaciones, servicios, cursos y ofertas especiales para suscriptores.

Te mandaré información sobre los temas que te interesan, dependiendo de si eres un particular interesado en su salud, como si eres una empresa interesada en la mejora de tu negocio y en mis servicios.

Siempre podrás darte de baja desde cualquiera de los correos, así que si un día dejo de interesarte solo tendremos que decirnos adiós, pero mientras tanto espero aportarte mis conocimientos para la mejora de tu salud o tu negocio de salud.

¡Comparte en tus redes!

Bienvenidos al rincón donde la salud se une con la belleza. Soy Laura Estévez, una apasionada y experimentada farmacéutica, dedicada a compartir mi conocimiento en medicamentos, fitoterapia, y el creciente campo de la farmacosmética. En este blog, te invito a desentrañar los misterios de la farmacia y la cosmética, ofreciéndote consejos expertos y datos respaldados por la ciencia.

Enfoque en Productos y Tratamientos

Aquí encontrarás guías detalladas sobre los últimos productos farmacéuticos y cosméticos, incluyendo análisis de ingredientes y recomendaciones basadas en diferentes tipos de piel y necesidades de salud. Desde tratamientos innovadores hasta consejos prácticos sobre el uso seguro y eficaz de medicamentos y productos de belleza, este blog es tu fuente confiable de información.

Fitoterapia y Alternativas Naturales

La fitoterapia, una rama fascinante de la medicina, ocupa un lugar especial en este espacio. Exploraremos juntos las propiedades curativas de las plantas, brindando una perspectiva equilibrada sobre cómo pueden complementar los tratamientos tradicionales y ofrecer beneficios en el cuidado de la salud y la belleza.

Innovación en Farmacosmética

El campo de la farmacosmética está en constante evolución, y aquí estarás al frente de esta revolución. Analizaremos las últimas tendencias, desde fórmulas avanzadas hasta enfoques holísticos en el cuidado de la piel, siempre con un ojo crítico para separar los hechos de los mitos.

Consejos de Salud Integral

Este blog va más allá de la farmacia y la cosmética. Ofreceré consejos sobre nutrición y bienestar general, abordando cómo un estilo de vida saludable se complementa con el uso adecuado de medicamentos y productos de belleza. Espera artículos que te ayuden a vivir una vida más sana y equilibrada.

Tu participación es crucial. Este blog no solo es un espacio de aprendizaje sino también una comunidad. Invito a mis lectores a compartir sus experiencias y preguntas, creando un diálogo enriquecedor que beneficie a todos. Juntos, podemos construir un espacio donde el conocimiento y el consejo experto se encuentran con las experiencias y necesidades reales de cada uno.

Si estás buscando un recurso confiable y enriquecedor en el mundo de la farmacia y la cosmética, has llegado al lugar indicado. Suscríbete a mi blog, comparte tus pensamientos y sé parte de esta emocionante aventura en el mundo de la salud y la belleza. ¡Juntos, podemos hacer que el cuidado de la salud y la belleza sea una experiencia enriquecedora y empoderadora!